La miel de una forma natural y efectiva para curar las eridas



La miel es un producto natural elaborado por las abejas a partir del néctar de las flores.
Su composición se basa en carbohidratos, fructosa y glucosa y sustancias como las enzimas, aminoácidos, ácidos orgánicos, antioxidantes, vitaminas y minerales.

La miel proporciona grandes beneficios para la salud entre los que destacan aportar energía, ayudar con las afecciones digestivas, problemas cardíacos, problemas respiratorios y su efecto curativo para las heridas, que le explicaremos a continuación.
La miel tiene propiedades curativas para las heridas debido a su poder antibiótico y anti-inflamatorio.
Cómo funciona la miel a la hora de tratar una herida:
-Peróxido de hidrógeno.
Las abejas añaden al néctar de las flores la enzima glucosa oxidasa, y esta enzima, cuando la miel se aplica en una herida, produce una liberación de peróxido de hidrógeno, que favorece la cicatrización.
-Alta osmolaridad.
La miel no produce la deshidratación de los tejidos gracias a sus efectos osmóticos y asegura además a la herida oxígeno y elementos nutritivos para crear tejido nuevo, inhibiendo el crecimiento de microorganismos.
-Fitoquímicos antibacterianos
Incluso cuando el peróxido de hidrógeno ya no tiene efectos, existen algunas mieles que tienen altos niveles de este fitoquímico antimicrobiano, como es el caso de la miel de Manuka.
La miel se utiliza como antibacteriano de uso tópico para tratar quemaduras, úlceras por presión y pie atlético y heridas resultantes de una lesión o cirugía.
La miel elimina la hinchazón, inflamación y el dolor a la vez que promueve una curación rápida en cicatrices pequeñas.
Investigaciones recientes muestran que la miel es muy superior a los antibióticos y antisépticos habituales.
Cómo utilizar la miel para curar heridas.
Limpie la herida con agua y un jabón suave.
Aplique la miel en un apósito para colocarlo en la herida, también puede aplicar la miel directamente sobre la herida con un bastoncillo.
También se puede aplicar la miel sobre heridas de cavidades.
Deje que la miel cubra el área a tratar.
Finalmente cubra la herida con una gasa o vendaje, y cámbielo por lo menos una vez al día.
La acción antibacteriana de la miel previene la infección, por lo que cambiar muy a menudo la gasa no es necesario a menos que la miel se diluya por el exudado de la herida.
Antes de colocar la nueva gasa debe lavar otra vez la herida.
Debe tener en cuenta que cualquier herida debe ser vista por un médico.}


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